Como voluntaria me han adjudicado la tarea de telefonista. Por la mañana se me facilita acceso a listado de personas vulnerables para conocer sus necesidades; yo las he bautizado como VIP, por todo lo que me aportan.
Y esto es lo que he aprendido de ellos en “los tiempos del COVID”…
He aprendido que de médico se pasa a telefonista en un santiamén.
He aprendido que los VIP dan muchísimo más de lo que reciben.
He aprendido a no sentirme orgullosa de lo que hago pues se trata de devolver a la
sociedad lo que de ella recibimos.
He aprendido a ser humilde ya que el COVID-19 no hace distinciones de clases
sociales.
He aprendido que no ha lugar a la queja, que soy una privilegiada ya que hay muchas
personas que no han tenido las mismas oportunidades económicas y de formación
que yo.
He aprendido el poder de la palabra justa.
He aprendido que existe mucha soledad pero curiosamente poca tristeza.
He aprendido que la solidaridad es la que cubre el vacío donde no llega la justicia.
He aprendido que empatizar es imprescindible para sentirse bien.
Y por fin he aprendido que si no fuera por CruzRoja no hubiera aprendido NADA.

Pilar Maria Tomé
Spanish Red Cross
April 7, 2020