Arratsalde On!
La vida de todos se ha movido de sitio desde la irrupción del Covid-19.
Desde el primer día que me quedé en casa, comencé a planear cómo poder ayudar.
Enseguida las redes vecinales se pusieron en marcha y la prudencia ante los contagios con ellas.
Si colaborar trae como consecuencia más ayuda para los voluntarios que se exponen, no haríamos sino agrandar el problema.Había que racionalizar.
En cuanto escuché en radio la puesta en marcha de Guztion Artean, llamé para ofrecerme como voluntaria a cualquier servicio que fuera necesario y pronto fuí convocada por Cruz Roja para participar.
Sólo necesitaba mis ganas y mi tiempo, y empezar a compartir para combatir.
Así llegué a la sede, con nervios, mascarilla y toda la ilusión y ganas del mundo.
Y así comenzamos, mi compañero Juan Carlos y yo a acercarnos todos los días a los Mercadona de Vitoria para hacer recogida de alimentos con los que paliar la pobreza de medios de nuestros conciudadanos. Pobreza que era puntual, o no existía, y que con la pandemia en un tris se hizo endémica.
Esta es la oportunidad de pasar de los pensamientos a las palabras y, de éstas a los hechos.
La mascarilla pica, hay que madrugar, a veces no recibimos tanto como quisiéramos… pero la satisfacción de ser de los pocos andantes callejeros que luchan contra el Covid-19, dan por bueno cualquier esfuerzo que parezca vano.
Vamos a ganarle el reto al virus porque no vamos a dejar de luchar. Hasta que no queden fuerzas y hasta que nos quede vida y dignidad.
Cada uno con lo que pueda, deba y sea capaz. Para que una adversidad no taje nuestros sueños. Para que todo vuelva a la normalidad.
Jo-Ta-Ke!